El domingo, día 31 de mayo, coincidiendo con el último día del mes dedicado a María, celebrábamos el domingo de Pentecostés con el que poníamos fin a la cincuentena pascual.
Sí, ya han pasado cincuenta días desde el Domingo de Resurrección, cincuenta días que hemos celebrado juntos, todos los colegios de la Fundación Educere la Pascua, el paso de Jesús Resucitado por nuestras vidas. Es verdad que estábamos confinados, cada uno en nuestra casa. Pero la tecnología ha permitido que desde A Guarda, en Pontevedra, hasta Castro Urdiales, en Cantabria, pasando por Bueu, Gijón, San Vicente de la Barquera, Santander, Laredo, Bembibre, León, Ponferrada, Benavente, Salamanca, Palencia, Burgos y Miranda de Ebro nos hayamos unido en la oración que, con cariño, ha preparado cada semana uno de los colegios que forma parte de la Fundación Educere.
Habíamos preparado unos materiales muy bonitos para celebrar la Cuaresma, pero no pudo ser. Ahora ya estamos trabajando para preparar los del próximo curso 2020-21.
Hoy, con más insistencia que nunca, le pedimos al Espíritu Santo que nos ilumine con sus dones, que nos llene de su fuerza para acabar con los miedos y los temores. Que nos ayude a colaborar a todos los que formamos esta gran familia, la gran Comunidad Educativa de colegios de la Fundación Educere, en la construcción de un mundo mejor y en el cuidado de la naturaleza. Que seamos ejemplo para todos estos niños y jóvenes que el Señor ha puesto en nuestras manos para acompañarlos en su educación, es decir, para ayudarlos a sacar lo mejor que hay dentro de cada uno de ellos.