Como ya sabemos, las
sustancias pueden estar formadas por la mezcla de dos o más componentes. Ahora
vamos a ver cómo los elementos que componen una mezcla se puede separar recurriendo a diferentes
métodos, como los siguientes:
Separación
de mezclas homogéneas
La evaporación permite separar una disolución formada por un sólido
disuelto y un líquido. Consiste en calentar la mezcla hasta que todo el líquido
se evapora; así se obtiene el ingrediente sólido. Un ejemplo es el que ocurre
cuando nos bañamos en el mar y, más tarde, con el calor del Sol, se seca el
agua pero nos queda parte del salitre en la piel.
La destilación se emplea para separar dos líquidos. La mezcla se
calienta hasta que uno de los líquidos se evapora. El vapor pasa a un tubo
donde se enfría hasta que vuelve al estado líquido.
Separación de mezclas heterogéneas
La filtración
permite separar los componentes de una mezcla formada por un líquido y un
sólido. Para ello, se hace pasar la mezcla a través de un filtro. El sólido
queda en el filtro y el líquido pasa al recipiente.
La decantación se usa para separar dos líquidos de distinta densidad.
La mezcla se deja reposar en un recipiente llamado embudo de decantación hasta
que los líquidos se separa. Al abrir la llave del embudo, el líquido más denso
cae al recipiente.
La tamización
se usa para separar una mezcla con partículas de distinto tamaño, haciéndolos
pasar por un tamiz o colador.
La materia se puede encontrar en forma de sustancia
pura o mezcla. Las mezclas pueden ser homogéneas o heterogéneas, y se pueden
separar mediante procesos como la evaporación, la destilación, la filtración, la
decantación o la tamización.