Del Evangelio según san Marcos
Aquel día, al atardecer, les
dice: Pasemos a la otra orilla. Dejando a la gente, se lo llevaron en barca,
como estaba; e iban otras barcas con él. En esto, se levantó una fuerte
borrasca y las olas irrumpían en la barca, de suerte que ya se anegaba la barca.
Él estaba en popa, durmiendo sobre un cabezal. Le despiertan y le dicen:
Maestro, ¿no te importa que perezcamos? Se puso en pie, increpó al viento y
dijo al mar: ¡Calla, enmudece! El viento se calmó y sobrevino una gran bonanza.
Y les dijo: ¿Por qué estáis con tanto miedo? ¿Cómo no tenéis fe? Ellos se
llenaron de gran temor y se decían unos a otros: Pues ¿quién es éste que hasta
el viento y el mar le obedecen?